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La agricultura y la producción de los cultivos en la Agricultura de Conservación es similar a la de la agricultura convencional, por lo que son iguales las necesidades de nutrientes de los cultivos. Por otra parte, como las raíces quedan más superficiales, los abonos, cuando se reparten a voleo, pueden llegar más fácilmente hasta la zona radicular. 

En relación al abonado nitrogenado en la Agricultura de Conservación, por lo general se incrementa la materia orgánica y el nitrógeno orgánico del suelo, pero éste se transforma más lentamente, por lo que es recomendable al inicio del sistema aumentar las dosis de los fertilizantes nitrogenados. En la Agricultura de Conservación pueden producirse más pérdidas de nitrógeno por lixiviación, al mejorarse la infiltración, y también por volatilización, por la aplicación superficial de los fertilizantes amoniacales y de la urea.

En cambio, las pérdidas por erosión se reducen. En relación al abonado fosfatado, la gran cantidad de restos orgánicos favorece la formación de fosfohumatos, lo que mejora la absorción del fósforo. La localización del abono fosfatado es recomendable en suelos muy deficientes de regiones frías y secas. En cuanto al abonado potásico la Agricultura de Conservación no añade dificultades en la absorción de este nutriente, muy condicionado por el contenido y estructura de las arcillas del suelo.

La incorporación de elementos de abonado está siendo clave en los equipos de siembra directa, que utilizan un abridor propio o aprovechan los de la sembradora. La mayor parte de los equipos actuales de siembra a chorrillo pueden tener la tolva dividida o tener tolvas adicionales de abono.

Para el abonado de los cultivos, preferentemente cuando se emplean técnicas de siembra directa y mínimo laboreo, se pueden emplear, además de fertilizantes tradicionales, sólidos y líquidos, fertilizantes microgranulados y fertilizantes de granulometría más fina.

Los fertilizantes microgranulados están diseñados para su localización, junto a la semilla, en el momento de la siembra, siempre que se disponga de la maquinaria adecuada para su aplicación, y permiten, por su localización, la aplicación de menores dosis. Los fertilizantes microgranulados, que normalmente contienen nitrógeno y un alto contenido en fósforo, dada su composición química y modo de aplicación cerca de la semilla, favorecen el rápido y homogéneo crecimiento de los cultivos en los estadíos iniciales de desarrollo, gracias a la formación de un potente sistema radicular, y pueden constituir la fertilización de fondo en suelos con adecuados contenidos en otros nutrientes.   

La Agricultura de Conservación 
Comprende una serie de técnicas que tienen como objetivo fundamental conservar, mejorar y hacer un uso más eficiente de los recursos naturales mediante un manejo integrado del suelo, el agua, los agentes biológicos y los medios de producción.

Las tres técnicas más conocidas dentro de la Agricultura de Conservación son

Siembra directa, que implica no-labranza o labranza cero. Los cultivos se siembran y crecen sin la alteración del suelo desde la cosecha anterior. 

Laboreo mínimo, en el que se realizan mínimas labores verticales entre los sucesivos cultivos. 

Cubiertas vegetales, adaptadas a cultivos leñosos. La superficie ocupada en España por la agricultura de conservación es de unas 275 mil ha en siembra directa, 2,7 millones en mínimo laboreo. 2,1millones en cultivos leñosos y 575 mil en cultivos herbáceos y 1 millón en cubiertas vegetales.

La práctica del laboreo de conservación y sobre todo la siembra directa, implica algunas modificaciones sobre el cultivo tradicional, que deben tenerse presentes a la hora de hacer el abonado

El régimen de humedad de los suelos se modifica. Los suelos disponen de más agua. Hay menos evaporación y mayor infiltración. 

El suelo se vuelve más frío y hay menos oscilaciones térmicas. 

El horizonte superficial está más enriquecido en nutrientes. 

La materia orgánica y la actividad microbiana son mayores en los horizontes superficiales. 

Las raíces de los cultivos proliferan en el perfil superficial. 

La estructura del suelo se desarrolla de forma natural y la compactación disminuye.   

 

Agricultura de Consservación - Fertilización y abonado

Comentarios   

0 # Magdalena 10-12-2013 18:10
Una manera de poder aplicar una fertilización eficaz sin necesidad de alterar la estructura del suelo es la utilización de fertilizantes foliares. Así, los nutrientes son absorbidos directamente por la planta a través de las hojas, disminuyéndose las pérdidas por lavado que ocurre en las fertilizaciones tradicionales en suelo.

Lithovit es un fertilizante foliar muy innovador, que proporciona el mismo efecto que se consigue en los invernaderos mediante la inyección de CO2, pero de una manera mucho más económica y válida también para cultivos exteriores, tanto intensivos como extensivos. Además aporta micronutrientes y otros elementos, dependiendo del producto de la gama Lithovit.

Podéis ver los productos en www.lithovit.es.

Para más información o consultas:

Magdalena Datas

(Representante de ventas en Galicia y Asturias)
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