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Consideraciones a tener en cuenta para la fertilización con potasio de los cultivos agrícolas y principios básicos a seguir para la nutrición potásica en una buena práctica de la agricultura.

Una vez determinadas las características físicas y muy especialmente el tipo de arcillas del suelo, así como las propiedades químicas, en particular el contenido en potasio cambiable, el calcio activo y el magnesio de cambio, y en función del potasio extraído por las cosechas y los restos de las mismas, se calculan las cantidades de potasio a añadir a través de la fertilización.

La movilidad de este elemento aconseja que, sobre todo en sistemas de regadío, se consideren las pérdidas por lavado.

Los ritmos de absorción de potasio por los cultivos son muy diferentes según los distintos sistemas de laboreo, convencional o mínimo.

Además de cuantificar el contenido de potasio cambiable en el suelo, para calcular la fertilización potásica hay que considerar los factores que van a determinar la disponibilidad de este elemento para los cultivos como la Textura del suelo y tipo de arcillas y la Relación de los catiiones de cambio.

Textura del suelo y tipo de arcillas 

En suelos arenosos, con menor poder de retención de agua, a igual contenido en potasio asimilable, mayor concentración en la solución del suelo. Cuanto mayor es el contenido en arcilla, mayor es su capacidad de fijación de iones potasio, en la superficie e interlaminarmente.

Relación entre los cationes de cambio:

Además de los contenidos absolutos en potasio, debe de analizarse la relación y contenido del resto de cationes: Ca, Mg y Na.

Un exceso en Ca cambiable interfiere en la asimilación de Magnesio Mg y Potasio K y, un exceso de Magnesio Mg puede inducir carencias de Potasio K.

La fertilización potásica de los cultivos debe seguir los siguientes principios básicos

En suelos con contenidos en potasio, normales o altos, la fertilización debe tener por objetivo mantener la fertilidad del suelo en los niveles naturales. El abonado debe coincidir con las extracciones de los cultivos considerando las posibles pérdidas por lixiviación, dada la movilidad de este elemento. 

En suelos pobres en potasio, el abonado debe cubrir las necesidades del cultivo, abonado de mantenimiento, y las necesidades para enriquecer el suelo. Se deben saturar los espacios interlaminares de las arcillas y las zonas superficiales. Los suelos arcillosos deben recibir cantidades adicionales de potasio y en suelos arenosos, se deben aplicar dosis suplementarias para compensar las pérdidas por lavado. 

En suelos ricos en potasio, el abonado deberá reducirse en función del contenido en arcillas del mismo. 

Los suelos agrícolas con exceso de potasio pueden presentar problemas de salinidad y carencias de magnesio por el antagonismo K/Mg. En estos casos se suprimirá el abonado hasta que el análisis posterior indique un cambio de condiciones.  Igual que para el fósforo, el potasio se aplica en presiembra o en siembra junto con este elemento y el nitrógeno. Se aconsejan aportaciones más tempranas en el caso de aplicación de fertilizantes con cloruro potásico, por su influencia sobre la salinidad del suelo. En determinados cultivos, el fraccionamiento del potasio es muy eficaz, tales como frutales, praderas, alfalfares, etc.

Determinación de la fertilización potásica en agricultura

Balance de entradas y salidas:

Necesidades de los cultivos:  Rendimientos esperados - Sistema de cultivo - Rotaciones
Determinación del K cambiable: Textura - Caliza activa - Mg cambiable
Equilibrio suelo-sistema de cultivo

Decisión de fertilizar:

Dosis a aplicar
Riqueza en potasio de los fertilizantes utilizados
Momento de aplicación: Sementera - Cobertera 
Forma de aplicación:  Voleo - Localizado

 

Fertilización con Potasio de los cultivos - Fertilización Potásica en Agricultura

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