Clementinas de las Tierras del Ebro, Clementines de les Terres de l'Ebre, Indicación Geográfica Protegida.
Orografía:
La topografía en las tierras del Ebro se caracteriza por los cambios producidos en la disposición de estas tierras en la Era Terciaria, donde los gruesos sedimentos de los mares mesozoicos de la Era Secundaria, se elevaron al arrugarse toda la superficie local. Este gran abombamiento se aclaveló por la descompresión consiguiente y una parte se hundió, dando lugar a las depresiones que constituyen la Terra Baixa. Posteriormente, el tiempo y los acontecimientos cuaternarios se encargaron de hacer menos evidentes las alturas de las montañas y de rellenar los valles que se habían abierto a sus pies.
Litológicamente, la zona se encuentra integrada por depósitos cretáceos fuertemente replegados, una roca calcárea alterna con capas margosas, más o menos extensas según la zona. En estos depósitos son constantes las interdigitaciones de materiales marinos, continentales de piedmont y fluviales, correspondientes a otros tantos cambios en las condiciones sedimentarias.
En la actualidad podemos distinguir 3 unidades oro gráficas con características diferentes: los relieves montañosos, la plana cuaternaria y los aluviones recientes.
Suelo:
Una parte de los terrenos son pobres, con poca profundidad, muchas piedras y textura franca, todo esto confiere una buena calidad a la fruta aunque la producción es menor que en otras zonas más fértiles. Constituyen unos suelos excelentes para el secano. Los aluviones, se caracterizan por ser suelos de tipo arenoso-limoso, ligeros, no adhesivos, pero fáciles de trabajar, porosos y permeables. Son excelentes suelos para el regadío. El contenido en fósforo y potasa es medio-alto. La no existencia de concentraciones altas de potasa hacen que el grosor de la piel de esta fruta sea pequeño.
- Clima: El clima de las comarcas de Montsiá y Baix Ebre es marítimo y cálido, con una temperatura media anual de 18°C y escasa oscilación térmica. La temperatura media mínima es de 12°C y la media máxima es de 23°C. Las temperaturas extremas oscilan entre los 43°C del mes de julio y los -3,3°C del mes de febrero. Estas comarcas sufren unos veranos considerados de clase "Oryza", por su amplio período totalmente libre de heladas, casi ocho meses, y por la media de temperaturas máximas del semestre cálido, que es de 28°C. Los inviernos son templados, calificados como "Citrus" en función principalmente de las temperaturas mínimas contenidas en el mes de enero. Este clima permite que la fruta tenga un envejecimiento lento de la piel; si añadimos a esto que la maduración de la fruta es más tardía que en otras zonas, se podrán comercializar las clementinas más tarde que en otras zonas sin perder la calidad comercial.
Existe un contraste elevado entre las temperaturas de día y noche, este es el motivo de una mayor coloración de la fruta.
La precipitación media oscila entre 490-575 mm, siendo el mes de octubre el más lluvioso, con una media de 83 mm y con 7 días de lluvia.
La humedad relativa en la zona es, en general, más baja que en otras zonas citrícolas de España, por esta razón, los problemas de alteración de la piel en las clementinas son también inferiores.
Son característicos los vientos de dirección este (Levante) y noroeste (Mistral, Cierzo) llegando a velocidades de mas de 100 km/hora, sobre todo durante los meses de octubre a diciembre. Estos vientos constituyen uno de los inconvenientes para el cultivo de los cítricos.
Los payeses, conocedores de este problema intentan paliar el problema mediante la instalación de cortavientos en los terrenos de cultivo.
Variedades
Frutos de la especie Citrus reticulata procedentes de las variedades siguientes:
- Clementina fina: Tiene un fruto de tamaño medio o pequeño. La forma es también variable, desde aplastada hasta globosa y/u oblonga. La base es generalmente redondeada presentando a veces un pequeño cuello. El ápice está deprimido. El número de gajos por fruto oscila entre 8 y 12 segmentos, ligeramente adherentes. El eje central está abierto. La pulpa es de color naranja intenso, tierna y fundente, con mucho zumo y fuerte y agradable aroma, de sabor subácido. No producen semillas. La corteza del fruto es de espesor medio, moderadamente firme y adherente, de pelado fácil y no presenta bufado (separación entre la pulpa y la corteza) hasta después de la maduración. Tiene un color naranja intenso hacia rojo-naranja.
- Clementina Hernandina: Procedente de mutación espontánea de la Clementina Fina, tiene un fruto de tamaño mediano. Forma ligeramente achatada. La superficie es lisa con aroma agradable aunque no tan intenso como el de su progenitura. La pulpa es de color naranja intenso, de textura tierna y sabor muy agradable que se deshace con facilidad sin dejar residuos al comer. Prácticamente sin semillas cuando no hay polinización. Su corteza es blanda y se separa con facilidad.
- Clemenules o Clementina de Nules: Procedente de la mutación espontánea de la Clementina Fina, tiene un fruto de gran tamaño (bastante más grande que el de la Fina), de color naranja intenso, de forma redondeada o ligeramente aplanada, maduración coincidente con la de la variedad Fina. La pulpa es de color anaranjado-rojizo, fundente, no dejando residuos al comer, zumo de muy buena calidad y muy bien compensado. Se pela con facilidad. Posee cierta propensión al bufado aunque en general aguanta bien en el árbol.
Zona Geográfica
La zona geográfica está formada por los terrenos aptos para este cultivo situados en los términos municipales de las comarcas del Baix Ebre y Montsià de la provincia de Tarragona, en la Comunidad Autónoma de Cataluña.
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Consejo Regulador de la IGP "Clementinas de las Tierras del Ebro"
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